Limones, limones, limones

Para mí, el limón es uno de los ingredientes más básicos que hay en la cocina. Sin limón, no puedo vivir más que un par de días. Lo uso para todo: para hacer limonada, pescados, con palta, en salsas... ¡en todo! 

Y más todavía en las cosas dulces. No soy de comer dulces muy empalagosos, y siempre prefiero que los dulces sean algo ácidos.

Como además en esta época abundan, no puedo estar más contenta en la cocina. Esta vez, le tocó el turno al clásico budín de limón. Ya me lo sé de memoria: es el básico "cuatro cuartos". Pero ajustado a mi gusto, es decir, ¡más ácido!

Aprovechamos unos días fresquísimos que tuvimos durante la semana pasada para prender mucho el horno y cocinar. Vinieron amigos, hubo elecciones, tomamos el té y comimos de todo.

Y cuando el sol se anima a salir un poqutio, Bodoni, nuestra gatita, se revuelca en el patio para descansar.

Esas flores hermosas que ven ahí son de mi duraznero enano. Lo traje hace unas semanas y ya está florieciendo. Cada vez que lo veo, sonrío. ¡No puedo esperar a que en verano dé duraznos!

Este budín es realmente un éxito. Húmedo, ácido, dulce y muy esponjoso. Ya se convirtió en un clásico que siempre me piden que lleve a todos lados. Y les cuento un secreto: es muy, pero muy fácil. ¡Shhhh...!

Receta: Budín de limón 

sale 1 budinera grande de las redondas (como la de la foto) o 2 budineras rectangulares medianas

200 g manteca a temperatura ambiente

140 g azúcar

4 huevos (200 g)

250 g harina

10 g polvo para hornear

jugo de 2 limones grandes

ralladura de la cáscara de los 2 limones

100 g chips de chocolate (opcional)

para el baño

jugo de 1/2 limón

azúcar impalpable, mucha

Antes de hacer nada, enmantecá y enhariná una budinera grande, de las de la abuela.

Ahora sí. Batí la manteca con el azúcar y la ralladura de limón hasta que te canses. Si tenés una batidora de pie, dejalo batiendo durante 10 minutos. La manteca se tiene que poner pálida y estar muy cremosa. Cuanto más la batas, mejor va a quedar el budín: esa es la clave.

Después, agregá de a 1 los huevos, esperando a que se integre bien cada uno.

Tamizá la harina con el polvo de hornear y mezclalo, afuera de la batidora, intercalándolo con el jugo de limón. No es necesario que lo batas mucho, de hecho es más fácil si lo hacés apenas con una espátula y listo.

Agregá los chips de chocolate, mezclá y poné todo en el molde.

Honrno: bajito, 160ºC durante 50 minutos. Cuando lo pinchás y sale apenitas húmedo, ¡afuera!

Cuando esté tibio, desmoldálo y dejalo enfriar.

Para el baño no tengo recetas exactas: con un batidorcito o un tenedor, agregá azúcar impalpable al jugo de limón y andá mezlcando. Va a tomar bastante azúcar, así que tené paciencia. 

Cuando tengas una cremita medio espesa, vertela sobre el budín. La consistencia decidíla vos: podés hacerla más ligera y que quede una capa casi transparente o hacerla bien espesa y que quede una costra de azúcar por arriba.