viernes, 30 de diciembre de 2011

Pasta casera



Nunca fui de comer mal. Intento variar las comidas, hacer comida casera y usar ingredientes frescos en lo posible. 

Pero tener este blog me está haciendo reflexionar mucho más sobre lo que como todos los días. Probar recetas, imponerme hacer cosas que no había hecho nunca, experimentar con nuevos ingredientes... me hace dar cuenta de que tomarme un ratito para hacer las cosas de otra manera cambia totalmente cómo comemos y vivimos.

El post de hoy se trata de eso. De las cosas más básicas de la vida, de las cosas más sencillas. Y de cómo salir de un apuro con ingredientes que no faltan.

Lo confieso: nunca hice pasta casera. Hasta hoy, eso es. Y ya les digo que no vuelvo atrás. No sólo es muy barato hacerlo, es muy fácil, incluso si no tenés máquina para hacer pastas. Y si hablamos de sabor, es algo totalmente distinto de la pasta comprada.

El post no es muy largo, porque no quiero complicar las cosas. Así que ahí va la receta, corta, fácil, para que ya se pongan a hacerla.


Receta: Tallarines al huevo

Para 2 porciones chicas.

50 g harina común
50 g semolín*
1 huevo

* Es ideal porque le da textura a la masa, pero si no tienen, lo pueden reemplazar por harina común.

Hacé una corona con las dos harinas y volcá el huevo en el medio.

Con un tenedor, empezá a integrar los ingredientes y, cuando ya sea muy difícil, usá las manos para rápidamente armar un bollo. Tratá de no amasarlo demasiado, pero hacelo hasta que quede una masa lisa. Es más, si tenés procesadora, hacelo ahí.

Envolvé la masa en film y dejala reposar en un lugar freso al menos 1 hora, para que descanse el gluten y sea más fácil estirarlo.

Con abundante semolín a mano, estirá a palote (o con una máquina para hacer pasta) hasta obtener el grosor que quieras. A mí me gustan los tallarines bastante finitos. Si en algún momento la masa empieza a ponerse muy elástica, tapala y dejala descansar un ratito más antes de seguir.

Una vez que la tengas bien estirada, espolvoreá con más semolín y arrollá la masa suavemente. 

Cortá rodajitas y desarmá los tallarines. Colocalos en una placa y dejalos secar durante un ratito.

Para freezarlos, dejálos secar bien antes de ponerlos en alguna bolsita hermética. Las cantidades son justas para una cena para dos, así que si querés guardar, hacé más :)

Yo cociné la pasta en abundante agua hirviendo con sal y la serví con pesto de rúcula, nueces y tomate en cubitos.


5 comentarios:

  1. q delicia! quise hacer pasta todo el invierno, y no la hice! vamos a ver si me animo! me encantan tus fotos ine! y me tiene mucho hacerla...
    feliz año!

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  2. cuando era chica con mi abuela ada hacíamos pasta casera (en la pasta linda de mi bisabuela )cada dos por tres. le llenabamos la casa de harina y colgabamos fideos por todos lados :)

    me encantó el principio del post. y es tan cierto.. al final, no hay nada más rico que las cosas hechas en casa :)

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  3. Awe, que lindo blog! ;) Vengo de Alma Singer y ya estoy siguiendo el blog de Siesta :).

    Buena semana!

    Miki.

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  4. Los hice y quedaron buenísimos. Eso sí, ahora me tiemblan las manos de tanto amasar; quizás sea hora de invertir en una pastalinda.

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    1. Jajaja, ¡la pastalinda es genial! Desde que la tengo, hago pasta casera mucho más seguido :)

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